jueves, 27 de noviembre de 2014

LOS JUEGOS DEL HAMBRE


Busca información sobre las novelas de Los Juegos del Hambre. Crea una entrada en el BLOG:

1.-Autora: biografía y libros escritos.

2.-Argumento de las novelas.

3.-Personajes principales.

4.-Las películas.
5.-La moda y la forma de vestir.

6.-Coloca imágenes y vídeos.

LA CELESTINA




Acude al enlace del Museo de la Celestina. Analiza el resumen que hacen de la obra, busca algo de información del autor Fernando de Rojas.
Puedes usar el enlace de la WIKIPEDIA. por último tienes este análisis de la obra.



martes, 25 de noviembre de 2014

ENCUESTA SOBRE LAS NOTICIAS DEL DÍA


PORTADAS DE PRENSA



Revisa rápido las portadas de la prensa digital:

ENLACES:
DIARIO.ES

Crea una entrada en el BLOG haciendo una portada con las 5 principales noticias del día, usa las fotos de diferentes medios y escribe pequeños artículos de unas líneas recuerda que no puedes cortar, ni pegar, debe ser escritura nueva, se puede resumir o comentar cada noticia.


EMPRENDER EN GRUPO

Lee el artículo de DIARIO.ES: Cómo emprender en grupo.


Elabora en el BLOG un informe sobre el tema.

1.-Coloca imágenes.
2.-Elabora una encuesta sobre el tema.

¿Qué es la inteligencia colectiva?


Lee el artículo de EL CONFIDENCIAL.
Responde a esta encuesta:



lunes, 24 de noviembre de 2014

Actividad de tutoría 25 de noviembre.

Busca problemas de personas mal integradas en la vida social, en todos los ámbitos, por ejemplo aquellos que no han acabado acostumbrándose a un lugar, a un trabajo , a una forma de vida.

Enlaces:

http://www.eldiario.es/catalunya/Pablo-Gentili-Cuanta-desigualdad-soportar_0_324417590.html

http://www.estrelladigital.es/articulo/madrid/alerta-nuevo-bullying-escolar-paliza-gitana/20141123121710218443.html

Cuenta en una entrada de Blog su historia.

Trata de analizar que causa su problema. ¿Tienen algo que ver los demás?

Elabora una lista de consejos para facilitar la vida a los que tienen estos problemas.

Lectura y análisis

Realiza la lectura del siguiente artículo de Diagonal:


En el aparece un debate muy actual sobre los aditivos en los alimentos y la dificultad de encontrar un equilibrio en los argumentos de los problemas que afectan a la salud y la alimentación. Es normal encontrar investigaciones  con resultados contradictorios. Indaga un poco en cuáles pueden ser las razones que hacen muy complicado saber qué pasa en estos temas.

Elabora un pequeño texto en el Blog, enlaza alguna noticia similar y por último opina sobre las reflexiones finales del artículo ¿ Qué te parecen?

La costilla de Adán

Elabora un informe sobre la película en el Blog.

1.-Breve resumen argumental. 
2.-Describe los principales personajes.
3.-Explica alguna de las escenas más divertidas.
4.-Añade imágenes o un fragmento de vídeo.
5.-En la película se observa una ciudad de los años 50 ¿Qué es lo que te ha llamado más la atención?


Algunos datos importantes sobre la película.

Su director  George Cukor era considerado un director de actrices, durante la Segunda Geuerra Mundial fue ninguneado. Mientras que otros directores fueron oficiales dedicados a elaborar documentales, se libraron de la dura instrucción , mientras que él estuvo en el signal corps como soldado raso.

Además como soldado tenía como oficial alguien que había servido  en el cine como subordinado, este aprovecho para vengarse. Seguramente fue tratado así por ser homosexual. 
Cukor dirigió la película que cuenta la lucha de un matrimonio de abogados, los Bonner: Adán es el ayudante del fiscal de Nueva York y  Amanda es una abogada feminista, la película se desarrolla en esta ciudad con magníficas vistas.

Los métodos de trabajo de Hepburn y Tracy eran muy diferentes, ella era muy perfeccionista y él pasaba de los ensayos. La película fue un éxito de crítica y taquillas. La televisión había empezado a competir con el cine, gracias a esta película la Metro pudo salvar con beneficios el año 1949.

El intento de asesinato de su marido y las escenas finales de amor ante los fotógrafos marcan momentos mágicos de esta película.




miércoles, 19 de noviembre de 2014

PRESAS Y DEPREDADORES


Primero vamos a ver el documental número 154 de REDES: De presas a depredadores.
El documental presenta las ideas de la Doctora PAT SHIPMAN antropóloga.


Segundo: al ver el vídeo intenta hacer un esquema con las ideas que se van contando en sucio.

Tercero: prepara una presentación en DRIVE para subir al BLOG de 5-6 diapositivas.

Cuarto: busca información en la WEB sobre el tema y complementa con datos e imágenes tu entrada en el BLOG, recuerda que tiene que se diferente a la Presentación que hayas incrustado.




FABRICANDO YO MISMO



Busca información sobre el mundo de la fabricación de objetos a partir del uso de las llamadas impresoras 3D.

Crea un pequeño trabajo en el BLOG sobre el tema.

Puedes buscar información de la Rep Rap.






Enlaces:







martes, 18 de noviembre de 2014

Pequeña investigación: Origen del idioma .

Realiza una pequeña investigación manejando distintas fuentes de internet sobre el origen de nuestro idioma.
Los resultados de la investigación los vas a exponer en una presentación de DRIVE, que insertarás en el BLOG.
Recuerda que podrás colocar fotos y mapas.
Es importante que tu investigación responda a las siguientes cuestiones:

1.-Cuándo aparece el idioma.
2.-En qué zona.
3.-Cómo.
4.-Describir un poco la sociedad dónde aparece.
5.-Cómo se han conservado los primeros escritos.

Doce del patíbulo

Elabora una entrada en el Blog con datos sobre la película:

-Principales intérpretes.
-Resumen con imágenes.
-Señala los momentos más destacados.
-Opina cómo presentan a los personajes.
-Busca películas sobre un tema  similar: reclusos a los que se concede la libertad tras hacer un trabajo muy peligroso.


lunes, 17 de noviembre de 2014

Actividad de tutoría.

En grupo de dos o tres alumnos comenta que sensaciones transmiten las imágenes: tristeza, alegría, felicidad, miedo, misterio.
Analiza a los seres humanos que aparecen señalando qué parecen hacer, de dónde proceden, qué condiciones de vida tienen. Por ültimo imagina su biografía, su vida. Qué preguntas les harías para comprender lo que son, inventa respuestas.

















LAS IMÁGENES PERDIDAS

Lee los textos de EL PAÍS: ¿Y si Robert Capa sólo tomó 11 fotos en el desembarco del Día D? y
Robert Capa reportero del Siglo XX.




Realiza una entrada en el BLOG con imágenes de Robert Capa sobre diferentes acontecimientos del Siglo XX, añade un comentario de 2 ó 3 líneas.

domingo, 16 de noviembre de 2014

UN MUNDO PERDIDO

Fonsado:


Realiza primera una lectura sobre el fonsado:

En la alta edad media hispánica, los ejércitos y las obligaciones de armas, caían únicamente entre las clases aristocráticas ( Ejército, sociedad y política en la península ibérica siglos VII y XI – Amancio Isla ). El ejército no se pretende ya el conjunto del pueblo como en la época visigoda. Sino la aristocracia armada y las gentes que bajo su pago u obligación podían convocar.
Siguiendo una tradición de origen germánico, común entre los carolingios y los anglosajones, los diferentes monarcas y nobles de los reinos del norte hispánico, establecieron normas y leyes mediante las cuales los labriegos y campesinos que vivían en sus dominios, tenían la obligación de acudir a la llamada de las armas de sus señores siempre que se les convocara bajo la ley del fonsado. De no acudir existía una multa llamada fonsadera.
Las primeras referencias al fossato, datan del siglo X en el reino leones. Sánchez Albornoz da un posible significado a la palabra (El ejército en el reino astur leones). Y Gonzalo de Berceo la utiliza como sinónimo de ejército en “El alegre fonsado”. (Ejército como sinónimo de multitud). Posiblemente su origen tenga una relación con el rey asturiano Alfonso y el reclutamiento que este realizó entre los habitantes del reino para combatir a los musulmanes.
También nos llega una posible referencia al fossato, a través del cronista Sampiro. Quien nos cuenta como el rey Ramiro II mandó a todos sus hombres prepararse para la guerra. Suponemos que los hombres libres y propietarios estuvieron igualmente forzados a personarse junto al rey o los condes locales. (Existe un viejo debate sobre la obligación de los hombres libres de acudir al ejército. Más recientemente se ha insistidos sobre su carácter selectivo desde finales del siglo VII). Por tanto concluimos que los hombres libres: propietarios y nobles, tenían la obligación de acudir al ejército como norma general si el rey lo pedía. Algo por otro lado plenamente homologable a las realidades europeo-occidentales. Una vez más hemos de advertir que concurrir a estas convocatorias era muestra y símbolo de pertenencia a una realidad social. Y para que engañarnos, la posibilidad de reparto de tierras y botín, atraía a muchos señores aristócratas que veían como sus dominios y pertenencias podían aumentar.
En un documento bracarense de principios del siglo XI – 1025- se distinguen dos tipos de llamada al fonsado. Por un lado el fossato de rex y el fossato de comités (liber fide nº22).
Podemos deducir que la llamada al deber militar, no era algo propio y único del rey, sino también de los condes y los nobles. Quienes tenían potestad para convocar a sus soldados y gentes al fossato independientemente de que el rey lo considerada oportuno, actuando en tal caso, para intereses personales y propios.
En la misma Galicia a mitad del siglo XI, hay un documento que nos hablan como dos magnates aristocráticos se enfrentaron por un litigio personal. Oduario Arias y Menendo Gonzalez.
El hijo de Oduario, llamado Arias, habría comenzado el conflicto agrupando una manus (partida de saqueo) con la que ataco las tierras de Menendo Gonzalez. Al ser finalmente capturado, el padre de Arias congregó una tropa de cierta envergadura denominada como: su gente y en fonsado. Lo que hemos de entender, como que Oduario convocó a sus hombres de armas, infanzones y soldados de pago, más a todos los campesinos de sus tierras en edad de armas bajo la llamada del fonsado para atacar a Menendo Gonzalez.
En este suceso vemos con claridad, que si bien quizás no eran del todo común, sí que en determinados momentos los aristócratas podían convocar a las gentes bajo sus dominios para que formaran parte de su ejército personal para defender sus intereses personales fossato de comités. Si bien en algunas otras ocasiones, y quizás para empresas de mayor tamaño, tanto de ataque como de defensa, el rey podía convocar a todos los nobles y aristócratas bajo los que ejercía control, al igual que a los campesinos que trabajaban sus tierras fossato de rex.
Dentro del ambiente militar castellano y leonés de mediados del siglo XI, aparece la palabra milities para nombrar a todos los personajes más o menos profesionales que componían el sequito, digamos fijo, de los grandes aristócratas. Según Amancio Isla (Ejercito y sociedad política en la península ibérica de entre os siglos VII y XI) el termino tiene un sentido aristocrático general, pero se emplea para nombrar al sector más modesto de la aristocracia. Seguramente una categoría dentro del ambiente militar, inferior al de infanzón. Estableciéndose una gradación desde los comités, los potestates y los milities. Esa milicia implica servicio y forma parte del que deben cumplimentar los que están en la dependencia de un señor. Quizás un término más apropiado al siglo XXI, sería el de capitanes de tropa (huestes, o mesnadas).
Como hemos visto, el fonsado, era la llamada del rey a sus súbditos, tanto libres como siervos a una expedición militar de defensa o de ataque. Si bien con el tiempo los propios aristócratas utilizaban el fonsado para convocar a sus siervos como parte de sus ejércitos para solucionar belicosamente sus propios asuntos o conflictos.
No obstante, en muchos casos se podía eludir la llamada al fonsado. La multa para tal caso era la fonsadera.


DEL LIBRO " EL ALMA DE LA CIUDAD" :


"...En mayo de aquel año, cuando cesaron al fin las lluvias que embarraban los caminos, los pregoneros anunciaron el edicto firmado y sellado por el rey Alfonso VIII. Mandaba el soberano que se interrumpieran las construcciones de los muros de las ciudades, de los puentes e iglesias, y que los caballeros y peones se proveyesen de armas y se dispusieran para ir en hueste, todos, desde el mayor al menor, atendiendo al requerimiento. Los preparativos fueron cuidadosos: reclutamiento de gentes, recaudación de fondos y acopio de víveres, armas y pertrechos. La ciudad de Ávila estuvo generosa a la hora de pagar la fonsadera, pues se habían predicado bulas de cruzada en nombre del papa Clemente III, que advertía acerca de los graves peligros que podían avecinarse después de la ruina ocurrida en Oriente..."


"...Partió de Ávila la gran hueste del rey camino del sur. En ella, en pos de mi amo, abandoné yo al fin el lugar de mi infancia. Me despedí de mi pobre padre y de mis hermanos, y sentí el desgarro de la nostalgia por los muchos recuerdos. Inevitable era pensar que tal vez no pudiera regresar jamás. Pero también sabía que, al marcharme de allí, dejaba atrás el lastre de mis humildes orígenes. Ahora sólo era Blasco Jiménez, acólito y mesnadero del rey. El mundo me franqueaba su vastedad.

  Avanzaba el ejército por los campos de Castilla. En cada ciudad, en cada villa y aldea se unían jóvenes caballeros y recios campesinos que portaban armas heredadas de sus padres y abuelos. Aumentaban el gentío, los víveres y los pertrechos. Éramos una enorme fila que se desplazaba ordenadamente. Delante cabalgaban veloces los guías y observadores para recorrer el terreno por el que habíamos de pasar. Detrás iban muchos mercenarios moros, aliados de don Alfonso VIII, dispuestos a guerrear contra los hombres de su misma religión a cambio de beneficios. Los seguían cada una de las huestes particulares: los grandes señores con sus caballeros, vasallos y peones. A continuación, según el orden del real fonsado, iban las órdenes militares: caballeros del Templo y de San Juan de Jerusalén, con sus priores a la cabeza. Tras los cuales cabalgaban los grandes clérigos del reino: arzobispos, obispos y abades. Entre ellos iba mi amo como capellán del rey, con los doscientos hombres que componían su mesnada. Ocupaba yo mi lugar como segundo escudero de don Brido, después de Hermesindo, que era el primero. Iban por último los grandes nobles del reino: infanzones, duques y condes que acompañaban al rey. Seguían las damas de la corte con la servidumbre, criadas, cocineros, ayudantes, pajes y lacayos de todo género. En la cola, a su paso, nos perseguía a distancia una innumerable fila de buscavidas, prostitutas, truhanes y mercachifles; gentes miserables que no sabían vivir sino en pos de los ejércitos..."

"...Siguiendo el mandato del rey, recorrió la hueste ordenadamente aquellos boscosos territorios, respetando villas y aldeas, sin tomar de las gentes que habitaban el valle otra cosa que el debido tributo correspondiente al fonsadero..."


"...A nuestro paso, se ocultaban los campesinos temerosos, muy conscientes de los graves perjuicios que sobrevenían con el paso de los ejércitos. Acudían sólo los señores, los alcaldes y los concejos a prestar juramento de vasallaje al soberano de Castilla y a informar acerca de las nuevas que se habían dado desde que el verano anterior por última vez rindieran cuentas ante su rey y dueño. Todos relataban la misma historia: los moros estaban lejos, en el sur, allende la ciudad de Cáceres. Había sido, pues, un año tranquilo. Aunque los pacíficos pueblos no se habían visto libres de las fechorías de alguna que otra banda de hombres sin ley, fueran musulmanes o cristianos, de los que abundan por ahí echados a los caminos como manadas de lobos hambrientos. Prometió don Alfonso dar con ellos y hacer justicia.

  Llegamos al fin al primero de nuestros destinos, un lugar llamado Ambroz, situado en un gran meandro del río Tiétar, donde el rey don Alfonso VIII había fundado el año anterior una aldea con vocación de ciudad que bautizó con el nombre de Ambrosía. La ribera que circundaba las murallas de la población era fértil, muy verde, merced a la abundancia de huertas regadas a base de norias y acequias dispuestas a la manera mora. En el llano pastaban plácidamente orondos terneros sobre la hierba aún verde; más allá, ingentes rebaños de ovejas se desplazaban hacia el sur guiados por sus pastores. En los campos cultivados crecían matas de legumbres y verduras de todo género; los frutales se extendían en desorden, entrelazando sus ramas en una maraña verde que dejaba asomar las coloridas frutas pendientes de ser recogidas. Circundando el cerro donde se alza la pequeña ciudad, el río Xerit abandona allí la dirección de poniente y traza una curva buscando el norte. Discurren las aguas por su cauce bordeando los árboles altos, entre los cuales se veía gente con enormes barcazas de las que se usan para cruzar de una margen a otra.

  Ambrosia era una ciudad muy pequeña y pobremente fortificada, a pesar de estar en territorio próximo a la frontera..."


Pasado un tiempo , formación en la Escuela de Toledo y experiencia en guerra...


"...Para mí, llegó un tiempo feliz. Era al fin libre y sólo tenía ya que responder de mis actos ante el obispo. Podría decirse que me había convertido en un hombre, para quien el estudio y la obediencia empezaban a reportar sus frutos. Don Bricio quería que los principales cargos de la ciudad estuviesen en manos de clérigos. De entre ellos nombró, pues, a los magistrados, consejeros e intendentes. Incluso el gobierno militar quería que fuese cosa propia del clero.

  —Eres joven y fuerte —me dijo un día—, mi fiel Blasco. Conoces ya la guerra y has visto algo de mundo. Pero, sobre todo, confío en ti como en mi hijo. Ha llegado para ti la hora de las responsabilidades. Nadie mejor que tú para gobernar a la ruda milicia que ha de defendernos. Te nombro tenente de la fortaleza de Ambrosía.

  Me quedé estupefacto. Mi amo me ponía al frente de los quinientos guerreros que componían la guardia de la ciudadela y el conjunto de las murallas. Podría haber escogido a cualquiera de los nobles y curtidos caballeros de la hueste, veteranos de mil batallas; sin embargo, me confiaba a mí, un joven sacerdote, nada menos que la custodia militar de su ciudad. Era mucho más de lo que siquiera hubiera imaginado..."

"...Pasaron un par de semanas en las que me dediqué a cazar con tanto placer que creí que no tenía nada mejor que hacer por el momento. Y no me daba cuenta de que Hermesindo, loco de envidia, se había estado entreteniendo con intrigas. Por culpa de sus enredos, había ya algunos miembros del cabildo que empezaban a creerse de verdad que yo era el niño bonito del obispo.

  No me habría dado cuenta de eso si no hubiera sido porque una de aquellas noches los bandidos penetraron en la ciudad y causaron algunos estropicios: hirieron a un pobre muchacho, robaron algunos objetos de valor y maltrataron a un anciano canónigo para lograr que les dijera dónde guardaba la plata. Por la mañana, cuando se descubrió el desaguisado, todas las miradas estaban puestas en la guardia y, como era natural, en mí.

  Don Bricio reunió al concejo y, muy disgustado, quiso saber quién era el responsable de todo aquello. Hablaron unos y otros. Las versiones se contradecían. Finalmente, a pesar de que algunos clérigos habían estado exagerando, se comprobó que los daños no eran tan graves como se pensó en un principio: el muchacho sólo tenía un golpe en la cabeza que no le impedía hacer vida normal; el canónigo había sido desnudado y abofeteado, por lo que estaba más maltratado en su honra que en su cuerpo, y no había soltado prenda de dónde tenía oculto su tesoro. A fin de cuentas, robaron sólo unas minucias, y empezaba a sospecharse que los ladrones eran algunos mozos desarrapados del arrabal; no bandidos de los que andaban echados a los campos, ocultos en tierras de nadie, que no solían dejar a sus víctimas con vida. Pero, acostumbrados a vivir en una tranquilidad sin demasiados sobresaltos, este pequeño incidente tenía encendidos a los ciudadanos.

  Tuve que soportar los reproches de los clérigos, delante del obispo. Intenté justificarme arguyendo que la muralla era débil y poco elevada en algunos puntos. Hubo quien me dio la razón y se discutió sobre la conveniencia de reforzar los muros. Pero Hermesindo entonces se encaró conmigo y me culpó de haber estado cazando, despreocupado de mis obligaciones. Me hablaba como si me odiara, rojo de rabia. Me acusó de negligencia y dijo que, de seguir así, las cosas irían a peor y Ambrosía perdería su seguridad. La mayor parte del concejo le daba la razón.

  Me vi impotente, inmerso repentinamente en una especie de juicio contra mi persona. Parecía que había sido yo mismo el autor de los robos y fechorías. Era injusto. Traté de defenderme como podía, replicando que aquello había sido algo fortuito, que no tenía por qué volver a suceder. Pero no me daba cuenta de que no hacía sino empeorar las cosas, porque los clérigos viejos, entre los que se contaba el que había sido ultrajado, ya estaban en contra mía antes de la reunión.

  Don Bricio escuchó muy atento lo que se decía. En esos casos solía dejar que todas las versiones fluyeran libremente, para poder él detectar dónde se hallaba la verdad. Bien sabía yo que juzgaría después en atención a lo que él consideraba «el justo medio»; es decir, sin beneficiar totalmente a nadie. Cuando consideró que se había hablado suficiente y que todas las razones estaban esgrimidas, sentenció:

  —Nadie puede evitar totalmente que haya ladrones. Desde que el mundo es mundo ha habido quienes se apropian de lo ajeno. La ley de Dios guarda el número séptimo de sus mandamientos para prohibir ese pecado. Quiere decir eso que, como tantas otras maldades del hombre, pertenece a este mundo, donde hace de las suyas Satanás, príncipe del mal. Pero cierto es también que, precisamente por eso, los hombres de bien deben correr a poner remedio a la iniquidad, no permitiendo que los ladrones campen por sus fueros. Creo que en esto hemos estado demasiado confiados. Yo, el primero de todos. Más culpable de lo que ha sucedido soy yo que el tenente de la guardia. Yo mismo le mandé ir a cazar, pues me pareció que le haría bien el ejercicio y algo de entretenimiento. No quería él abandonar su puesto, mas insistí tanto que acabó obedeciéndome como un buen hijo. Lo que ha sucedido después no es culpa suya; sino, en todo caso, del subtenente que ocupó su puesto como sustituto. Aunque, por esta vez, nadie cargará con las consecuencias del percance. Aprendamos del yerro. Que se refuercen las murallas donde haga falta y que la guardia ponga mayor cuidado.

  Esta solución y las explicaciones del obispo dejaron satisfecho a casi todo el mundo. Yo suspiré aliviado y regresé a mi oficio dispuesto a que no me volvieran a sorprender los ladrones.

  En cuanto a Hermesindo, tuvo que tragarse su rabia. Supuse que me cogería más inquina aún, pero no iba a comprobarlo, porque desde aquel día decidí retirarle la palabra.."

Tiempo después se reconcilian:

"...Salimos de la ciudad por la puerta del Sol. Era una mañana invernal de radiante luz. El río resplandecía allá abajo entre los desnudos troncos de los árboles y los senderos estaban abarrotados de gentes que iban y venían a pie, a lomos de caballerías o en sus carros tirados por bueyes. Las chimeneas del arrabal soltaban cientos de hilillos de humo blanco que se perdía en el cielo intensamente azul. Se me abrió el apetito sólo por imaginar lo que se cocinaría a esas horas en los muchos mesones que Hermesindo decía conocer. Pero, de momento, propuso:

  —Iremos primero a un par de tabernas que hay junto al molino, para abrir boca, pues es temprano. Y después, ¡ay, después! Prepárate, pues no has visto nada igual.

  Tenía razón al decir que el arrabal había cambiado mucho. Las viejas y destartaladas chozas de antaño habían sido sustituidas al pie mismo de las murallas por edificaciones de buena fábrica, casas de labranza con establos, graneros y palomares. También había muchos negocios de moros, bien situados junto a la carretera, almacenes de mercancías de al-Ándalus: telas, enseres de porcelana fina, cobre, vidrio y acero. Más adelante, se extendía todo un barrio abarrotado de tapices, lanas tintadas, cuero y especias.

  —Esto está irreconocible —comenté.

  —¡Claro, hombre, ya te lo dije! Ambrosía prospera gracias a la llegada de los comerciantes ismaelitas y hebreos. Esto pronto será un emporio; la auténtica puerta de Castilla.

  —Y tú cobras todos los impuestos —insinué maliciosamente.

  —Gracias a lo cual don Bricio puede seguir realizando la ciudad de sus sueños —repuso sin darse por aludido.

  Quizá fue ésta la primera vez que me di cuenta de que el tiempo había pasado. Ambos éramos ahora hombres importantes. La gente nos saludaba con reverencias, se apartaban a nuestro paso y nos trataban servilmente. Casi podía percibirse lo que pensaban y lo que se decían unos a otros con las miradas: «Ahí van el intendente del obispo y el tenente de la ciudad». Éramos jóvenes y aquello regalaba nuestras vanidades. Era una ilusión que tenía su propio encanto..."

"...—Mírate, amigo mío —dijo, paseando la mirada por mis vestidos—. Parece que aún andas en la hueste, de acá para allá, como un simple escudero. ¿No te has enterado de que ahora vivimos en una floreciente ciudad donde hasta los pobres se abrigan con lana leonesa? ¿Adónde vas así, vestido con tosco paño y capa remendada? ¡Eres el tenente de Ambrosía!

  Me fijé en él. Hermesindo llevaba túnica larga de buena lana color carmesí con bordados blasonados, manto forrado de piel con broche en el hombro derecho, capucha con borla de seda, guanteletes de tafetán y anillos en los dedos. Hacía ya años que ostentaba estas galas, como otros clérigos poderosos y nobles castellanos. Antes, en tiempos de guerra, estuvieron muy mal vistos los atavíos lujosos y las alhajas, se consideraban cosa de infieles; pero luego, con la tregua, las costumbres del levante y del sur se extendían por todas partes.

  —Ya sabes que a don Bricio le gusta la austeridad ..."

El protagonista enferma...

Desperté repentinamente envuelto en sudor. Tenía la mente muy espesa y no podía recordar por qué estaba en aquel salón. Creí que me hallaba solo, pero, al levantar la cabeza y mirar a un lado, descubrí la presencia de alguien que me observaba. Cuando mis ojos se hicieron a ver mejor en la escasa luz que había en la estancia, reparé en que se trataba de una de las muchachas que eran conocidas en la casa de Abasud como «los ángeles».

  Permanecí en silencio, muy quieto. Ella tampoco se movía. Me miraba fijamente. Y yo la miraba a ella. Era la joven rubia, delgada y ágil que tanto me gustaba.

  De repente tosí y empecé a tiritar de nuevo. Ella entonces se aproximó y clavó en mí sus azules ojos. Me puso la delicada mano en la frente y luego me acarició las mejillas.

  —Aún estás enfermo —dijo con voz suave—. Has dormido durante horas y debes seguir haciéndolo.

  —¿Dónde está Abasud? —le pregunté tímidamente.

  —Me encargó que cuidara de ti.

  Dicho esto, fue hacia la cocina y regresó al momento trayendo un recipiente con algo caliente.

  —Bebe esto; te sentará bien.

  Me incorporé y bebí. Mientras lo hacía, la miraba de soslayo. Era verdaderamente una mujer bellísima. Tenía un cuello largo y fino, la barbilla redondeada, los labios rosados y la nariz recta, perfecta. El cabello dorado le caía sobre los hombros. Un bonito vestido de color granate cubría su hermoso cuerpo. En mi estado febril, su agradable presencia era como una aparición.

  —¡Qué bella eres! —balbucí, dejando escapar un alocado pensamiento..."
"...—¿Quieres dar un paseo? —me preguntó ella por la mañana—. Ha vuelto el color a tus mejillas y ya no tienes fiebre. Las medicinas de Abasud han obrado en tu cuerpo. No te hará mal un poco de aire fresco.

  Abrió las ventanas. Fuera lucía el sol, pero un vientecillo frío penetró en la alcoba, helándome el rostro.

  —Se está bien aquí —dije, perezoso—, temo enfriarme de nuevo y recaer..."
"...—¿Qué te sucede? —preguntó.

  Era tan bella que se aflojaban todas mis fuerzas al contemplarla y la mente se me quedaba en blanco al encontrarme con su mirada dulce e inteligente a la vez.

  —¿Cómo te llamas? —musité con voz casi inaudible, asombrado.

  —¿Qué dices?

  —¿Cómo te llamas? —repetí, mirándola, cada vez más extasiado.

  —¡Ah, ahora te acuerdas de preguntar eso! Te he cuidado día y noche durante una semana y parecías no querer saber mi nombre, y ahora…

  —Estábamos solos los dos. Tú eras tú y yo era yo. No hubo necesidad de decir el nombre.

  —¿Y ahora? ¿Por qué hay necesidad ahora de conocerlo?

  —Si te pierdes, habré de llamarte de alguna manera.

  —¿Si me pierdo? ¡Qué bobo eres!

  Le cogí de la mano e insistí:

  —Vamos, dímelo ya.

  —Eudoxia —contestó en un susurro.

  —Te llamaré Doxia.

  —Es así como me conocen mis amigos.

  —¿Me consideras tu amigo?..."

Después de leer los textos:

-Resume lo que has leído.
-En el Blog crea una entrada sobre el fonsado. Recuerda con algún enlace e imágenes.





jueves, 13 de noviembre de 2014

PRUEBA DEL VIERNES 14 DE NOVIEMBRE

La prueba se completará en el BLOG de cada alumno:

Recuerda que es bueno que uses una hoja en sucio, al final de la prueba se entregará, podrá suponer 2 puntos del resultado final.

No se puede emplear el corta y pega. Se penalizará con un 25 % del resultado final.

PRIMERA ENTRADA ( 2,5 puntos):

Primero lee con atención el artículo de EL PAÍS: Retrato gris del patrón del mal.



-Elabora un resumen de 5 ó 6 líneas.
-Enlaza noticias de prensa de la película que aparezcan en otros periódicos.
-Enlaza imágenes de la película.

SEGUNDA ENTRADA (2,5 puntos):

-Elabora una biografía sobre Benicio del Toro:

         *Con datos básicos de su vida.
         *Momentos de su carrera fundamentales.
         *Formación
         *Lugares que han marcado su vida, opiniones sobre diferentes temas.

TERCERA ENTRADA (3 puntos):

Crea una noticia sobre una película que te guste, con información de los actores, fotos y algún vídeo de resumen. Se valorará que expliques bien que parte del FILM te gusta y las razones.

EJERCICIOS DE LENGUA






LA ORACIÓN.



1.-DEFINICIÓN:
      a) En Wikipedia.

Una definición muy simple...

"...Tradicionalmente los gramáticos trataron la oración como una unión de «sujeto + predicado»..."

Un poco más difícil:

"...La oración es la secuencia sintáctica que sirve para realizar un determinado enunciado o parte del mismo..."

      b) Junta de Andalucía.

"...La oración es la palabra o conjunto de palabras que tiene sentido propio y establece un acto de comunicación entre el hablante y el oyente..."

Hecha un vistazo al enlace de WIKILENGUA.




2.-CONSTITUYENTES DE LA ORACIÓN:


− El sujeto es el nombre o grupo nominal de quien se dice algo.
− El predicado es lo que se dice del sujeto.

3.-CLASES DE ORACIONES POR SU MODALIDAD

−Enunciativas. Informan objetivamente de un hecho afirmándolo o negándolo.
−Interrogativas:
· Totales: si se responde sí o no.
· Parciales. Cuando se pregunta por alguien de la oración.
· Directas. Cuando se pegunta directamente.
· Indirecta. Si se pregunta indirectamente.
· Retóricas. Cuando la respuesta es evidente.
− Exclamativas. Son aquellas que expresan sentimiento ( alegría, sorpresa, etc.)
− Exhortativas. Son aquellas que se usan para dar una orden.
− Dubitativas. Expresan desde duda hasta posibilidad.
− Desiderativas. Manifiestan un deseo.



Teoría y práctica de gramática . Junta de Castilla y León.
Morfología castellana.
Actividades interactivas de lengua, morfosintaxis.



EJERCICIOS DE SINTAXIS:

-LOCALIZAR EL SUJETO: ¿Qué es el sujeto? Tipos de sujetos .

           -Fácil: louralba,
           -Media: louralba,
           -Difícil: louralba,

TIPOS DE SUJETO: louralba,



-CLASIFICAR ORACIONES:

          -Por modalidad. XTEC.

-TIPOS DE SINTAGMAS.

louralba,





miércoles, 12 de noviembre de 2014

DE NUEVO EL PROCOMÚN.

ANALIZA LOS SIGUIENTES ENLACES:

-BOOKCAMPING.




En tu Blog:

Explica en unas líneas en qué consisten
Señala qué es lo que más te gusta.
Explica lo que no entiendes.
Imagina una iniciativa similar.

martes, 11 de noviembre de 2014

EL PROCOMÚN I


El procomún es algo que se tiene en común y se gestiona colectivamente. Es una forma de gestión. Requiere unos recursos tecnológicos. Empezó con la agricultura y el pastoreo.

De la Edad Media hasta el siglo XIX, fue muy usado por las aldeas que realizaban un uso comunitario de los bosques y de algunas parcelas. Sobre todo para que pastase su ganado y conseguir alimentos para complementar lo que daba su tierra. La gestión la realizaba todo el vecindario o toda la aldea en un consejo que solucionaba conflictos y proponía soluciones.


Todo cambio con la Revolución Industrial.

Actividad: en tu Blog escribe un texto sobre el tema con imágenes.

Enlaces:

-ColaBoraBora.
-Wikipedia. Bien Comunal.
-La revolución cultural del procomún. EL PAÍS.



UNA ESPAÑA ENVEJECIDA.

Artículos sobre el tema:

-Sobresaliente en sanidad; suspenso en empleo y formación.
-Madrid envejece y pierde vecinos.
-Los retos de un país envejecido.

Elabora en tu BLOG un informe  sobre el tema.

PROBLEMAS DEMOGRÁFICOS I

Realiza la lectura del siguiente artículo de El Mundo: Un mudo lleno de personas mayores.

Debes de saber que...

"...El envejecimiento de la población mundial —en los países desarrollados y en desarrollo— es un indicador de la mejora de la salud en el mundo. El número de personas con 60 años o más en todo el mundo se ha duplicado desde 1980, y se prevé que alcance los 2000 millones de aquí a 2050.
Esto es algo de lo que nos debemos alegrar. Las personas de edad realizan importantes contribuciones a la sociedad, ya sea en el seno de sus familias, realizando labores de carácter voluntario o participando de forma activa en la fuerza de trabajo. La sabiduría que han adquirido a lo largo de su vida los convierte en un recurso social esencial.
Sin embargo, estas ventajas van acompañadas de desafíos sanitarios especiales para el siglo XXI. Es importante preparar a los proveedores de atención sanitaria y a las sociedades para que puedan atender las necesidades específicas de las personas de edad..." Texto de la OMS.



Actividades:

-En tu Blog realiza un resumen del texto.
-Consulta en el enlace de la WIKIPEDIA y de la OMS sobre el tema y desarrolla un pequeño informe añade gráficos y fotos.
-Inscrusta una encuesta que pregunte sobre el tema.

lunes, 10 de noviembre de 2014

ACTIVIDAD DE TUTORÍA 11 DE NOVIEMBRE DE 2014


Elabora una presentación para una entrevista de trabajo. Necesitan una persona para atender una tienda de electrónica.

Piensa primero en unos datos personales.
Después estudia que capacidades tendrías para ese trabajo.
Señala en qué mejorarías para la próxima entrevista si te hubiesen preguntado por:

-Sabes calcular de memoria.
-Cuánto es el 10% de 560 euros.
-Cómo atender aun cliente que se desmaya.

Una mirada al Mundo


PRIMERA ACTIVIDAD:

Busca imágenes en Google que te parezcan asombrosas o divertidas. Crea un breve texto de dos o tres líneas para esas imágenes. Recuerda que al insertar una imagen en una entrada de tu BLOG tienes  la posibilidad de redactar en la leyenda un comentario, explica siempre cual es la fuente de tu imagen.


Esa es la leyenda de una imagen, es el pié de foto

Foto desde IES Isabel Martínez Buendía.

Hoy en día todos podemos crear nuestro material visual y aportar nuestro punto de vista.

Leyenda: Imágenes de la Semana de TIME




SEGUNDA ACTIVIDAD:

Entra en la página de LIFE.


Usa uno de los bloques de fotografías:

-Realiza una pequeña investigación en la WEB sobre el tema o el personaje.
-Trata de recrear el ambiente de la época de las imágenes: busca cuales eran sus gustos de música, entretenimiento, las modas, los deportes y elabora un artículo usando las imágenes.

También se pueden trabajar las portadas de la Revista o de otras:





jueves, 6 de noviembre de 2014

Durante los años que transcurrieron mientras avanzaba mi adolescencia, el reino de Castilla gozó de cierta tranquilidad. Los moros habían sido arrinconados por nuestro rey Alfonso VIII más allá de las sierras, a los territorios del sur, donde contaban con la protección del valí de Sevilla, Abu Ishaq. Las batallas más duras se daban en tierras portuguesas, en Santarén, ciudad asediada por el califa de los almohades Abu Yacub Yusuf. Los caballeros de Ávila se unían cada temporada a la mesnada y partían en primavera acompañando al rey, para regresar antes del invierno, en torno a la fiesta de Todos los Santos. Por entonces murió el anciano obispo don Sancho y lo enterraron en la capilla central de la girola de la catedral. Fue aquél un duro invierno de viento y nieve. Contaba yo dieciséis años y ya tenía recibidas las órdenes menores.
  Transcurrió un año sin obispo en la ciudad y mi señor don Bricio acarició la esperanza de ser consagrado con esa dignidad. A decir verdad, nadie dudaba de que el arcediano heredaría el báculo, pues contaba con méritos suficientes y la plena confianza de su antecesor hasta el mismo momento de su muerte.
  Pero en la Pascua llegó aviso de Roma anunciando que pronto acudiría un nuevo obispo a hacerse cargo de la sede vacante, de nombre don Domingo. Don Bricio asumió la noticia, pero quedó visiblemente marcado por la tristeza. A los ojos de toda Ávila, este nombramiento no hacía justicia al arcediano, pero nadie dudó en acatar el designio del pontífice.
  El nuevo prelado hizo entrada en la ciudad en junio. Salió solemne procesión a hacerle recibimiento y me correspondió portar la cruz de guía. En la puerta principal de la muralla, mi señor don Bricio hincó la rodilla ante su nuevo superior y acto seguido le presentó una reliquia para que la venerara y besara en señal de obediencia a las tradiciones de la sede. Se cantó el tedéum frente a la catedral y se decretó gran fiesta por tres días.

(.....)

 Progresaba yo en mis estudios y en el oficio de la guerra mientras me iba haciendo hombre. Pero no sabía del enemigo sino por lo que me contaban quienes venían del frente.
  También don Bricio me aleccionaba en esas materias. Por aquel tiempo languidecía vencido por la nostalgia. Con casi cincuenta años se iba sintiendo viejo y recordaba con pena su juventud; cuando acompañaba en la hueste al rey. Eran tiempos de grandes hazañas: las conquistas de Coria, del castillo de Calatrava, Baeza, Almería…
  Para no consentir que terminara de vencerle la melancolía, resolvió retornar a la afición de la caza, que abandonó por consejo del difunto obispo don Sancho, que no lo consideraba propio de clérigos. Mas don Bricio la retomó como remedio de su mal, entendiendo que la actividad física y el contacto con la naturaleza reactivaría los humores de su poderoso cuerpo.
  Como por aquel tiempo le acompañaba yo a todas partes haciéndole de paje, fui testigo de la petición que le hizo el arcediano al obispo para que le permitiese dedicarse a los menesteres de la caza en su tiempo libre. Don Domingo era un hombre del norte, menos guerrero que pastor de almas, para quien las armas y la caza eran asuntos no tan familiares. Cuando don Bricio —a quien su superior apenas le llegaba a la altura del pecho— le preguntó desde su gran altura con toda humildad si podía dedicarse a la cetrería, el prelado le miró con desdén y le contestó:
  —Dedicaos a lo que os apetezca, arcediano. A vuestra edad, ¿quién puede prohibiros algo tan libre de culpa?
  Cuando salimos del palacio del obispo, mi señor don Bricio iba cabizbajo y pensativo. Se detuvo un momento, me puso la mano en el hombro y preguntó con una mirada llena de abatimiento:
  —Dime la verdad, Blasco, muchacho, ¿soy un viejo?
  No estaba dispuesto yo a aumentar su pesadumbre, así que respondí:
  —¿Vos un viejo, señor? ¡Nada de eso! Sois el hombre más fuerte de Ávila, todo el mundo sabe eso.Se le iluminó el rostro y afirmó el paso, como si hubiera recobrado juvenil brío. Pero luego, cuando ambos estábamos sentados a la mesa para comer en un mesón cercano, volvió a quedarse pensativo y, como hablando solo, comentó:

  —«A vuestra edad», «a vuestra edad»… ¿Qué demonios habrá querido decir el señor obispo? ¿Qué edad es la mía? Con cinco años más que tengo yo ahora, don Alfonso el Emperador daba batalla a los moros en Almería con la misma entereza que el más ágil y joven de los caballeros. Eso lo vi con estos ojos que se han de pudrir bajo tierra, cuando era yo un muchacho como tú.

  Después de decir esto, apuró en dos tragos la media jarra de vino que estaba sobre la mesa y luego la sacudió en el aire dando un fuerte vozarrón:

  —¡Mesonero! ¡Más vino! ¡Y esa condenada carne, cuándo la vas a traer! ¿Es que has ido a matar al cerdo?

  —¡Ya va, señor arcediano! —contestó el mesonero—. ¡Tened paciencia!

  Don Bricio perdió la mirada en la bóveda del mesón, ennegrecida por el humo y la grasa.

  —¡Paciencia! —exclamó—. ¡Dios bendito! Paciencia es lo que a mí me está sobrando en esta ciudad. Llevo aquí diez años con más quietud que las torres de esa muralla de ahí fuera. ¡Paciencia! «Paciencia», eso me pidió el rey cuando me mandó venir. ¡Con lo bien que estaba yo campeando por ahí contra el moro! «Ten paciencia, Bricio —me prometió el rey—, que no ha de pasar esta Semana Santa sin que te llegue la mitra». Diez años ha de aquello. Tenía yo cuarenta cumplidos. ¡Un mozo era yo! Y ahora viene éste y me dice que «a vuestra edad…». ¡Mandangas! Movimiento es lo que yo necesito. No hay más edad que las ganas de dar guerra.

  Nunca había visto yo al arcediano tan desesperado como aquel día. Me sentía honrado por la confianza que me manifestaba a pesar de mi mocedad; pero me entristecía ser testigo mudo de sus amargas quejas. Así que me armé de valor y, aun arriesgándome a resultar atrevido, le dije:

  —¿Y si volvierais a la guerra, señor? Aún sois joven. Según referís vos mismo, el gran rey Alfonso VII daba batalla con edad próxima a los sesenta años. A vos os queda tiempo para eso.
  Asintió con la cabeza y observó:
  —Mi señor el rey Alfonso el Emperador murió a los pies de una encina, agotado, después de perder Almería. No era ya un hombre joven…
  —Mas murió haciendo lo que debía, señor. Dios premiará sus desvelos por devolverle esta tierra a Jesucristo.
  Me miró con una ternura infinita y sus ojos grisáceos enrojecieron repentinamente. Mientras se enjugaba las lágrimas, me dijo con entrecortada voz:
  —Me encanta oírte decir eso, muchacho. Lo que yo preciso es gente como tú a mi lado. ¡Ánimos es lo que yo necesito, y no que me recuerden la edad!
(...)  Después en un día de caza: Loco de contento, saboreaba yo mi victoria cuando se oyeron voces por detrás de la tapia.
  —¡No, por caridad, no lo hagáis…!
  —¡Eh, quién anda ahí! —inquirió don Bricio.
  —Ay, señores, no me hagáis ese perjuicio —irrumpió gritando un hombrecillo que venía alzando las manos lleno de espanto.
  —Pero… ¿qué pasa? —le preguntó el arcediano.
  El hombrecillo saltó la tapia y contempló el jabalí muerto que los perros zaleaban sobre el pasto.
  —¡Ay, Virgen santísima, qué desatino! —se lamentó—. ¡Cómo habéis hecho esto, señores! ¡Mi pobre puerca! ¡Ay, qué desastre!
  —¡Cómo que tu pobre puerca! —dijo don Bricio—. Del campo es y por tanto de quien la caza.
  —Que no, señor, que es mía —sollozaba el hombre—. La crie yo desde que era rallona, con leche de cabra primero y luego con algarrobas. ¡Ay, qué desastre! Me habéis matado la puerca, ahora que iba a parir lechones. ¡Ay, cuando mi pobre mujer se entere! ¡Qué pena tan grande! ¡Qué poca caridad!…
  Resultó que aquel hombrecillo vivía un poco más allá, en una cabaña, junto a su mujer y sus cuatro hijos. Era el guarda de los ciruelos y los nogales, que cuidaba para sus dueñas, las monjas de un cenobio cercano. Tenía también este hombre algunos animales, cabras, gallinas y cerdos, entre los cuales criaba mansamente a la puerca recién muerta, que era cruce de cerda doméstica y jabalí.
  —¡Cómo habéis hecho esto, señor don Bricio…! ¡Un hombre de Dios como vos! ¡Ay, madre mía! —gritaba fuera de sí, llevándose las manos a la cabeza, ante la mirada atónita y compadecida del arcediano.
  Me pareció que aquel hombre no tenía derecho a recriminar a mi amo, así que me fui hacia él y le espeté:

 —¡Qué dices, majadero! ¡Cómo se te ocurre decirle eso al señor arcediano! ¿No te das cuenta de con quién hablas? Si dejaste suelta la puerca, es culpa tuya que la hayamos matado. No hay nada más que verla para creer que era animal salvaje y no doméstico. ¿Cómo íbamos a saber que tenía dueño? Anda, márchate con tu asquerosa puerca y no molestes a mi señor con tus gritos y lloriqueos.
  —¡Ay, Dios bendito, qué injusticia tan grande! —exclamó el hombre, hincándose de rodillas y entrelazando los dedos para implorar a los cielos con muchos aspavientos.
  Don Bricio se aproximó entonces al caballo y extrajo de la talega la bolsa donde llevaba el dinero.
  —¿Cuánto vale la puerca? —le preguntó al dueño del animal cazado.
  —Diez maravedís de plata cuesta un cerdo bien criado en el mercado de las calendas de enero —respondió sin dudarlo el hombre—, eso lo sabe todo el mundo.
  —Pues toma quince —ofreció don Bricio tendiéndole las monedas.
  —¡Ah, qué abuso! —grité yo—. ¡No hagáis tal cosa, señor! ¿No os dais cuenta de que es un aprovechado?
  —¡Calla, que nadie te ha dado vela en este entierro! —me recriminó con autoridad mi amo—. Con mi dinero hago lo que quiero. ¿O vas a tener tú envidia porque sea yo justo?
  Esto me enojó mucho, porque me daba cuenta de que el hombrecillo quería aprovecharse y sacar el mayor beneficio del paso de don Bricio por las proximidades de su cabaña.
  —¿Justo? ¡Pero si es una injusticia! ¡Esa marrana no vale ni cuatro maravedís!
  —Toma, buen hombre —dijo don Bricio dándole el dinero al guarda del convento y zanjando así la cuestión.
  Por el camino de regreso a la ciudad, iba yo muy contrariado. Porque lo que primeramente parecía ser un buen lance para mí en la caza se había desbaratado por ser el animal un manso cerdo doméstico. En vez de quedar yo como un valiente cazador, que no había dudado en arrojarse a la fiera, aparecía ahora a los ojos de don Bricio y de toda la servidumbre como un mero matarife.
  —¡Qué gracia! —reía sin parar el arcediano—. ¡Hay que ver qué cosas pasan…! ¡Ja, ja, ja…! Hemos matado una cerda creyendo que era jabalí. ¡Ja, ja, ja…!
  A mí no me divertía nada el asunto e iba echando chispas de rabia. Sobre todo, porque los lacayos se iban mofando de mí y hacían mucha guasa con el asunto.
  Más tarde, mientras cenábamos, seguía enojado y no abrí la boca. El arcediano se dio cuenta de que no acababa de encajar yo el suceso y me dijo:
  —Vamos, muchacho, no te lo tomes así. Búscale el lado bueno a la cosa. Hazte la cuenta de que mataste un jabalí y en paz. Saborea el aspecto más dulce de la jornada: Dios nos regaló con un hermoso día y vimos volar a las aves admirablemente. Hemos cazado mucho y hemos disfrutado del sol y de los campos bellos. ¡Anímate, hombre!
 
ACTIVIDAD:

-En el Blog resume el texto.
-Señala que partes observas en el mismo y explica qué les pasa a los protagonistas, busca alguna imagen para ilustrar tu entrada.
 

RIESGOS DE LA ENERGÍA

Los riesgos del Fraking. Lee el siguiente artículo de El confidencial.


ACTIVIDADES EN UNA ENTRADA DEL BLOG:

1.-Explica en 3 ó 4 líneas que es el Fraking.
2.-Coloca algún gráfico del proceso.
3.-Compara ventajas y desventajas.
4.-Busca algún vídeo del tema.