lunes, 6 de octubre de 2014

LAS SOCIEDADES PRODUCEN

1.- En muchas sociedades existe un reparto desigual de la riqueza:

"...La elite del Imperio romano —emperadores, senadores, équites, y la elite local de magistrados, concejales y sacerdotes— produjo la práctica totalidad de la literatura y del extraordinario material cultural que se conoce habitualmente como «romano». En consecuencia, el término «romano» implica aplicar la visión del mundo y la cultura de la elite para describir el mundo romano en su totalidad, como sucede cuando la gente escribe y habla de la «civilización romana» o de la «actitud de los romanos frente a las mujeres». Yo me aparto de esta tendencia y me fijo en cambio en la gente corriente, gente que está por debajo de los que se encuentran en los estratos superiores de la pirámide social y es generalmente invisible a ojos de éstos. Por «gente corriente» me refiero a toda persona libre por debajo de la elite y por encima de los pobres jornaleros o campesinos. Su mentalidad, desde su propio punto de vista, revela un rico mosaico de actitudes y actos, ya que llevan una vida apartada de la estrechez de miras de la aristocracia del Imperio. Aunque en algunos aspectos fundamentales su mentalidad es la misma que la de la elite —al fin y al cabo ambas formaban parte de una cultura global—, por lo general sus perspectivas y actitudes difieren de forma significativa.
  La elite del Imperio se situaba en la cima de la pirámide socioeconómica romana. Para acceder a ella, una persona tenía que disponer de más de 400 000 sestercios (équites) o más de un millón de sestercios (senadores). Entre los aproximadamente 50 o 60 millones de personas que formaban parte del Imperio romano, tal vez 500 hombres adultos poseían tan enorme fortuna. Por debajo de éstos (pero en su mayoría muy por debajo) se situaba la elite de las ciudades del Imperio. Una media de 100 o 125 hombres adultos en cada una de las 250 o 300 ciudades del Imperio que se situaban por encima de la categoría de pueblo representaban otras 30 000 o 35 000 personas muy ricas. Dada la pronunciada gradación del mundo romano, esa elite en su conjunto ostentaba probablemente el 80% o más de toda la riqueza. Los propios romanos reconocían la escisión en la situación socioeconómica entre quienes formaban parte de la elite y quienes no, al denominar a los extremadamente ricos honestiores (los más honorables) y a todo el resto de personas libres humiliores (seres inferiores). «Todo el resto» era el 99,5% de la población.
  Por debajo de los extremadamente ricos había un respetable número de personas que disponían de muchos menos recursos en comparación con los muy ricos, pero, en el peor de los casos, recursos suficientes para tener bastante asegurado el pan de cada día y, en el mejor, para gozar de un estilo de vida que les dejase tiempo libre suficiente para cultivar ciertos intereses sociales, políticos y culturales. Se trataba de modestos terratenientes, mercaderes y artesanos, soldados de éxito, así como de los financiados por estos grupos y por las elites (maestros profesionales, médicos, arquitectos, etcétera). Esos hombres y sus familias representaban alrededor del 25% del total de la población. Además de una cierta estabilidad en cuanto a sus recursos, la gente corriente comparte otra característica común.


Todos ellos aprecian el trabajo, sean mercaderes, artesanos o campesinos ricos; comparten ese importante hecho socioeconómico que une sus actitudes a pesar de que el auténtico nivel de riqueza y la ocupación de cada individuo varíen enormemente. Ésa es la gente que me interesa. El reto es captar su mentalidad. ..."

Fragmento del libro de Robert Knapp : Los olvidados de Roma.

2.-Las sociedades cazadoras y recolectoras:


"...Durante toda nuestra existencia en este planeta, a excepción de una mínima parte, los seres humanos han vivido en sociedades cazadoras y recolectoras, constituidas por pequeños grupos o tribus que no suelen tener más de treinta o cuarenta miembros. Estos grupos se ganan la vida con la caza, la pesca y la recolección de plantas silvestres comestibles. Estas culturas aún perviven en algunas partes del mundo, como son unas pocas zonas áridas de África y las selvas de Brasil o Nueva Guinea. Sin embargo, la mayoría han sido destruidas o absorbidas por la expansión de la cultura occidental y aquéllas que han sobrevivido no tienen muchas posibilidades de permanecer intactas mucho más tiempo. En la actualidad menos de un cuarto de millón de personas en el mundo subsisten mediante la caza y la recolección (sólo el 0,001% del total de la población mundial) 

En comparación con otras sociedades más extensas -especialmente las de carácter industrial modernas, como Gran Bretaña y los Estados Unidos- en los grupos de cazadores y recolectores existen pocas desigualdades. Los bienes materiales que precisan se limitan a armas de caza, herramientas para cavar y construir, así como trampas y útiles de cocina. No existe, por tanto, mucha diferencia en el número o el tipo de posesiones materiales entre los distintos miembros de la sociedad; no hay una división entre ricos y pobres. Las diferencias de posición o rango
 suelen limitarse a las de edad y, sexo; los hombres son casi siempre los cazadores, mientras que las mujeres se dedican a la recolección de semillas silvestres, a cocinar y a criar a los hijos. Sin embargo, esta división entre hombres y mujeres es muy importante, ya que los hombres suelen dominar las actividades públicas y ceremoniales.
Los "ancianos" -los hombres de más edad y experiencia de la comunidad- tienen, por lo general, mucho que decir en las principales decisiones que afectan al grupo. Sin embargo, de la misma forma que existe escasa diferencia entre los miembros de la comunidad en cuanto a su riqueza, las diferencias de poder son también mucho menores que en otras sociedades más amplias. Las sociedades de cazadores y recolectores son normalmente "participativas", es decir, todos los adultos varones suelen reunirse cuando hay que tomar decisiones importantes o enfrentarse a una crisis.
Los cazadores y recolectores no se desplazan de un modo completamente errático. La mayoría poseen territorios fijos, dentro de los cuales migran cada año. Numerosas comunidades de este tipo carecen de miembros estables; a menudo las personas se cambian de campamento o bien los grupos se dividen y se unen a otros del mismo territorio.
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A continuación está dibujada la figura 3.1 que marca la decadencia de las sociedades cazadoras y recolectoras a medida que la población fue aumentando.
Planisferio 1 - Población mundial: 10 millones - Porcentaje de cazadores: 100 - 10.000 a.C. América del Norte, a excepción de casi todo Canadá); América Central: totalidad; América del Sur: región Andina y sub-andina hasta centro de Argentina; África: totalidad; Australia: totalidad; y Asia toda con excepción de la península escandinava y la llanura siberiana.
Planisferio 2 - Población mundial: 350 millones - Porcentaje de cazadores: 1 - 1500 d.C. Canadá: totalidad; Alaska: totalidad; Centro Oeste de estados unidos: totalidad y Golfo de México; extremo sur de América del Sur; lugares aislados del centro de África; Golfo de Guinea extremo sur de África; Australia: totalidad; extremo noreste de Asia…
Planisferio 3 - Población mundial: 3.000 millones - Porcentaje de cazadores: 0,001 - Lugares aislados en todos los continentes.
Fuente: Richard B. Lee de Vore (eds.) Man the Hunter, Aldine de Gruyter, 1968, portada..."



Fragmento del libro de Anthony Giddens: La sociología.


ACTIVIDADES ACONSEJADAS:

Realiza la lectura de los textos. Observa, toma notas, habla con tu compañero de los textos.




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