martes, 3 de marzo de 2015

LA ERA AXIAL

la Era Axial (el periodo que transcurre entre el 800 a. C. y el 200 a. C.) como la línea divisoria más profunda de la historia del hombre, durante la cual apareció la misma línea de pensamiento en tres regiones del mundo: China, India y el Occidente. A partir de la Era Axial, las diferentes regiones de la Tierra no tuvieron ya un paralelismo semejante.

“En muchos sentidos tenían la intención de crear un nuevo tipo de individuo: el acicate de este cambio fue, al parecer, la gran violencia sufrida en todos estos territorios al final de la Edad de Bronce y principios de la Edad de Hierro, cuando los pastores nómadas desataron una auténtica oleada de batallas, pues sus estepas se estaban desertizando y producían en consecuencia mucho menos, lo que les obligó a buscar alternativas para sobrevivir. Entre otras cosas, esto provocaría un gran cambio en la propia concepción de la religión.
Antes de la Era Axial, como hemos visto, el sacrificio ritual era esencial para la búsqueda religiosa. Lo divino se experimentaba a través de dramas sagrados que conducían a otro nivel de existencia. Los «sabios axiales», según la expresión de Karen Armstrong, hicieron que esta situación cambiara por completo. El ritual siguió teniendo importancia, pero la moralidad pasó a convertirse en el centro de la vida espiritual. La única manera de tener la experiencia de «Dios», el «Nirvana», «Brahmán» o la «senda» era viviendo una vida piadosa.”

“La religión aria defendió originalmente los valores de la reciprocidad y el respeto a los animales, un vestigio de los tiempos en que eran cazadores-recolectores y que tuvo fácil continuidad en las sociedades de pastores nómadas, en las que los contactos entre animales y seres humanos eran fundamentales. Pero a medida que se fue agravando la sequía de las estepas, fueron proliferando los actos violentos, como las incursiones para robar ganado. Esta nueva agresividad se reflejó en la iconografía de Indra, el cazador de dragones, montado sobre un carro que vuela por las nubes: las hazañas y la ferocidad eran muy admiradas. Pero en medio de este caos, en torno a 1200 a.C., Zoroastro, un profeta iraní cuyo nombre podría significar «amo del camello dorado», pretendió que Ahura Mazda, el dios supremo, le había encomendado que restableciera el orden en las estepas. Se estaba empezando a vislumbrar la Era Axial. No menos importante fue que Zoroastro sostuviera que Ahura Mazda ya no era «inmanente» al mundo natural —así es como se habían concebido tradicionalmente los poderes divinos, que se vertían sobre las rocas, los arroyos y las plantas— sino «trascendente»,  es decir, que estaba fuera del alcance de la percepción normal y, por lo tanto, era diferente en esencia a ninguna otra divinidad anterior. Esta percepción estaba emparejada con la idea del «gran juicio final», del que dependería la vida después de la muerte. En la Antigüedad jamás había surgido una visión apocalíptica semejante, en ningún lugar del mundo.
Por encima de todo, la espiritualidad que predicaba Zoroastro se basaba en la no violencia. Los grandes conflictos del final de la Edad de Bronce, los conflictos que habían traído de las estepas los dioses masculinos de la tormenta y el cielo y que habían derrotado a la Gran Diosa, como hemos visto en el capítulo 16, provocaron una reacción profunda y generalizada. También entrañaba otra creencia revolucionaria: el paraíso no estaba reservado a la élite, todos podían alcanzarlo.”




Pasaje de: Watson, Peter. “La gran divergencia.” 


El término Era Axial se le atribuye al filósofo Karl Jaspers, que lo usa en su libro "Origen y Meta de la Historia".

¿QUÉ OCURRIÓ?

Sacado del Blog  HISTORIA-ECONOMÍA-FILOSOFÍA.

"En este tiempo se concentran y coinciden multitud de hechos extraordinarios. En China viven Confucio y Lao-tsé , aparecen todas las direcciones de la filosofía china, meditan Mo-Ti, Chuang-Tse , Lie-Tse y otros muchos. En la India surgen los Upanishads, vive Buda, se desarrollan, como en China , todas las posibles tendencias filosóficas, desde el escepticismo al materialismo, la sofística y el nihilismo. En el Irán enseña Zaratustra la excitante doctrina que presenta al mundo como el combate entre el bien y el mal. En Palestina aparecen los profetas, desde Elias, siguiendo por Isaías y Jeremías, hasta el DeuteroIsaías. En Grecia encontramos a Homero, los filósofos —Parménides, Heráclito, Platón—,los Trágicos, Tucídides, Arquímedes. Todo lo que estos nombres no hacen más que indicar se origina en estos cuantos siglos casi al mismo tiempo en China, en la India, en el Occidente, sin que supieran unos de otros"

Añadir que el período de mayor "explosión" de creatividad especulativa, se encuentra a principios de la Era Axial, en particular en el siglo VI a.C., donde surgen, simultáneamente en muy pocas décadas, las enseñanzas de Buda y Mahavira (fundador del Jainismo) en la India, Confucio y Lao-Tsé en China, Zaratustra en Persia, los filósofos presocráticos más importantes (Tales, Anaximandro, Anaxímenes, Heráclito, Jenófanes, Parménides y Pitágoras) y en todas esas diferentes civilizaciones, estos pensadores desarrollaron su pensamiento de forma independiente, pero sorprendentemente llegaron a escuelas o sendas de pensamiento extraordinariamente parecidas en una y otra zona del planeta.

Están representadas, pues todas las escuelas filosóficas, desde el materialismo más radical, como el sostenido por Demócrito (en el siglo V a.C.) y otros autores también tanto en la India (como la escuela Lokayata), como en China; hasta el misticismo más elevado. Igualmente se tratan todos los temas relevantes sobre los aspectos éticos del comportamiento, y toda la amplia gama de opiniones sobre la "constitución" de la realidad, incluyendo aspectos que hoy consideraríamos como una óptica "científica", como aquella al menos ensayada por los filósofos materialistas helenísticos con su matemática, sus artefactos, sus teorías y sus mediciones.

Continúa Karl Jasper diciendo, poco más adelante en ese mismo libro:
"En esa época se constituyen las categorías fundamentales con las cuales todavía pensamos, y se inician las religiones mundiales en las cuales todavía viven los hombres"
Nada más cierto.
Si se analizan detenidamente las ideas desplegadas en ese período, la verdad es que todo lo que se ha hecho en siglos posteriores ha sido una mera re-elaboración de esas mismas ideas y problemas ya bien establecidos en la Era Axial. Se puede decir, a partir de esa época "Nihil novum sub sole" (nada nuevo bajo el sol) como dice el Eclesiastés, muy probablemente escrito también en el siglo VI a.C. (en el inmediato post-exilio judío de Babilonia)
Para explicar las estructuras de pensamiento desplegado en ese período, en particular en lo que atañe a la religión, Karl Jaspers menciona:
"Comenzaba el combate contra el mito desde el lado de la racionalidad y de la experiencia iluminada por la razón (el Logos contra el mito), el combate por la trascendencia de un Dios único contra los demonios que no existen y el combate contra las falsas figuras de los dioses por la rebelión ética contra ellas. La divinidad fue elevada al más alto rango al impregnarse de ética la religión. Pero el mito quedó como material de una lengua que con él expresaba cosa distinta de lo que contenía originariamente, convirtiéndolo así en alegoría"
Los sistemas míticos tradicionales, con sus ritos y sus representaciones intrínsecamente asociadas a la construcción de la Comunidad y la unión con la Naturaleza, son "asaltados" desde la razón y la abstracción. Es el "desencantamiento del Mundo" del que después hablará Max Weber, y expuestas a la luz "apolínea" de la Razón (como diría Nietzsche), sus fantasmas se desvanecen y pierden su "sentido"; la niebla se disipa y el bosque ahora sólo esconde árboles
Los "espíritus" (que no dioses) abandonan ya para siempre la Naturaleza, surge el Dualismo (Espíritu vs. Materia) y la "materialidad", de hecho, adquiere ahora por primera vez, pleno significado. La Naturaleza se objetiva, se convierte en objeto y pierden ya, ¿acaso por siempre? su carácter de "sujeto" y su sacralidad inmanente.

Dónde se dieron los primeros cambios:

“El primer grupo de gente entre la que surgió esta espiritualidad en la Era Axial fueron los pastores nómadas que vivían en las estepas del sur de Rusia, se autodenominaban arios, constituían una red laxa de tribus y tenían una cultura común. Con el tiempo idearon varios dioses celestes y de otro tipo; Varuna, Mitra, Mazda, Indra y Agni. También adoraban la planta alucinógena, «soma» o «haoma»”

“El sacrificio era un aspecto importante del ritual ario. Se ofrendaba a los dioses ganado vacuno, cereales y requesón, normalmente mientras se consumía soma. Solo estaba permitido comer la carne de animales sacrificados según el ritual y compasivamente. Se sacrificaban caballos, ovejas o ganado vacuno, se destilaba soma y el chamán o sacerdote depositaba los mejores despojos de la víctima sobre el fuego para que Agni pudiera llevarlos en forma de humo a los dioses. Mediante una ceremonia similar a la conocida con el nombre de «potlatch» que oficiaban los indios de América del Norte, el sacrificio daba un lugar preeminente a una persona en la comunidad. Para empezar, entre los arios no existía el concepto de una vida sobrenatural, pero hacia finales de la Edad de Bronce empezó a imponerse la idea de que los ricos, que habían realizado muchos sacrificios, se unirían después de morir a los dioses en el paraíso. Esta concepción entrañaba el germen de una nueva idea: lo que uno hacía en esta vida tenía importancia en lo que sucedería después de ella.”

Pasaje de: Watson, Peter. “La gran divergencia.” 

 Características de la Era Axial:

a) El hombre se hace consciente de sí mismo y de sus limitaciones. Su anhelo es la salvación personal.
b) Intenta ganar esta salvación a través de la actividad reflexiva. Por primera vez en la historia, los filósofos aparecen en público. Surgen los conflictos filosóficos, nacidos del afán de convencer a los demás. Todo acaba en la discusión, la fractura y, finalmente, en el caos.
c) De este caos nacen todas la corrientes actuales de pensamiento.
d) Opiniones, modos de actuar y costumbres de los hombres son puestos en tela de juicio y, a la larga, cambian.

Todas estas características aparecen bajo las mismas circunstancias sociológicas: China, India y Occidente, constituido cada uno de ellos por pequeños estados, se enfrascan en luchas interminables. Los estudiantes van de ciudad en ciudad intercambiando ideas. Estos estudiantes eran los hombres sabios de la religión y los sistemas filosóficos. En China, Confucionismo, Taoísmo, las escuelas de Mo-tzu, Zhuangzi, Lie Zi, entre otros. En la India, Brahmanismo, Budismo. En Occidente, el Zoroastrismo, los profetas del Judaísmo como Elías, Isaías, Jeremías y, en Grecia, la sofística, la filosofía de Parménides, Heráclito, Platón, Tucídides y Arquímedes. Todas estas corrientes surgieron de manera casi simultánea durante este periodo -con todo lo que supusieron para el futuro del hombre-, sin que ninguna tuviera contacto con las otras.

OPINIONES CONTRARIAS:

Greg Johnson, sacado de Counter-Currents Publishing.

En su nuevo libro, From Akhenaten to Moses: Ancient Egypt and Religious Change (Cairo: The American University in Cairo Press, 2014), el egiptólogo Jan Assmann argumenta que el concepto del filósofo Karl Jaspers de la era axial “no es una teoría sino un mito científico” (p.94).

De acuerdo a Jaspers, los siglos entre el 800 y el 200 antes a.C. son un punto de cambio en la historia mundial. Durante esta Era Axial, el Monoteísmo Bíblico y el Zoroastrismo emergieron en el Oriente cercano; el Budismo y el Jainismo surgieron en la India; Homero y las primeras escuelas de la filosofía occidental emergieron en Grecia; el Taoísmo, el Confucianismo, y otras escuelas filosóficas surgieron en China.
De acuerdo a Jaspers, estas mutaciones de conciencia tomaron lugar de forma independiente una de la otra, pero la era axial marcó el camino para una civilización global común. La civilización axial estaba caracterizada en tales términos como “reflexividad, individualidad, interioridad . . . , distanciamiento del mundo, progreso en la abstracción y en la intelectualidad, ‘teoría’, crítica de la tradición, diferenciación, conceptos ‘trascendentales’ o visiones . . .” (p.94). Éstas ideas de la era axial también claman significado y validez global o universal.
Las religiones y filosofías de la era axial están aún hoy con nosotros, mientras que el mundo pre-axial está perdido. Debido a la discontinuidad entre la era axial y lo que vino antes, “el mundo pre-axial se hundió en la oscuridad y la inaccesibilidad intelectual” (p. 79).
Como uno de los líderes mundiales de la egiptología, Assmann ha mostrado interés en desmantelar la idea de la discontinuidad radical entre las civilizaciones axiales y pre-axiales. No sólo Assmann ha demostrado que podemos entender bastante sobre la Mente de Egipto – demostrando que los antiguos egipcios eran menos ‘extranjeros’ y ‘primitivos’ que lo que uno puede pensar – en tales trabajos como Moisés el Egipcio y Religio Duplex, él también demostró convincentemente que las ideas religiosas egipcias están vivas aún hoy, transmitidas desde el mundo greco-romano a través de la tradición Hermética hasta el día de hoy.
Assmann no niega que la historia del pensamiento puede ser caracterizada en términos de relativa flexibilidad, individualidad, interioridad, intelectualidad, crítica al mito, etc. Pero esto no niega que estos atributos emergieron en una sola era axial. Él también remarca que estos cambios no son irreversibles, aunque Jaspers probablemente argumentaría que la Alemania Nacional Socialista representaba una resistencia a la tendencia axial a la civilización global, una resistencia que es tan global como la globalización misma.
Assmann argumenta que la “axialidad’ tiene que ser entendida en el contexto de la historia de la alfabetización. Assmann afirma que la escritura es primero confinada en los sectores en los cuales era primero inventada, cómo mantenimiento de un registro. La segunda etapa de la historia de la escritura es caracterizada por la producción de textos literarios con amplia circulación cultural. Estos textos sucedieron a la memorización y a la transmisión oral como medio para la preservación y la propagación de los valores más profundos de la cultura y su propio entendimiento. Este proceso emergió en la Mesopotamia en la segunda mitad del tercer milenio a.C. y en Egipto al principio del segundo milenio a.C.
Assmann afirma que la emergencia de la alfabetización cultural es un significante salto adelante en la “axialidad”, hasta aquí coincide con la emergencia de un sentido de diferenciación entre el presente y el pasado, que los pueblos antiguos caracterizaban como una Era de Oro, que los cuales los hombres estaban más cercano a los dioses, hablaban lenguas evolucionadas pero no textos escritos. Algunas veces la alfabetización y los dialécticos vernáculos se bifurcaban tanto que se volvían, en efecto, dos lenguajes.
Estos dos procesos marcan el camino para la idea de un ‘canon’ textual y cultural. Un canon literario o religioso es un cuerpo de textos que, una vez creado, no puede ser alterado por adición o substracción. Assmann divide la canonización en forma primaria y forma secundaria, y afirma que los canon primarios son todavía ‘específicos de la cultura’ y por lo tanto les falta “la reclamación global típica de los movimientos axiales” (p. 87). Los movimientos axiales emergen de la segunda forma de canonización.
Herodoto es aclamado como el padre de la historia, pero él y Platón afirmaban que los egipcios inventaron la historia escrita. Cuando la historia pasa a ser escrita, una distinción emerge entre los reportes orales y escritos. La historia escrita es, en principio, superior, porque la oral es más susceptible a fallos de la memoria y transformación al volver a contarlas. La historia escrita, por lo tanto, es esencial a la distinción axial entre historia crítica, reflexiva y mito, una distinción reflejada en la distinción filosófica entre verdad y opinión.
Como la historia, la religión es fundamentalmente transformada por la escrita, y para Assmann, esta transformación es el núcleo válido de la idea de la Era Axial. Como con la historia, cuando los textos religiosos pasan a ser escritos, la escritura fue proclamada más autoritativa que la tradición oral basada en la memoria. Pero no todos los textos sagrados son igualmente autoritativos, entonces distinciones deben ser marcadas entre textos autoritativos y no autoritativos, y más o menos versiones autoritativas de los textos. Esta es l asegunda forma de canonización, en la cual estamos manejando textos que reclaman verdades universales y válidas sobre asuntos de importancia.
Como Assmann remarca:
Todas las religiones mundiales – Judaísmo, Cristianismo, Islam, Budismo, Jainismo, Siquismo, Confucianismo, Taoísmo- están fundadas en escrituras sagradas que codifican la voluntad de sus fundadores y las verdades superiores de su revelación. Este paso de canonización fue inventado sólo dos veces en el mundo: con el canon Hebreo y el canon Budista. (p. 88).
Por religiones mundiales, Assmann parece referirse a religiones que pueden aclamar ser universalmente verdaderas, no religiones que están abiertas a toda la humanidad, pues el judaísmo debería estar excluido de ese criterio. La idea de un canon de textos sagrados es absolutamente universal y verdadero “cambiaron el mundo de una forma verdaderamente ‘axial’” (p.88), formando una “nueva religión que va  contra otras, incluyendo el pasado cultural de las religiones, los cuales ahora se han excluido cómo paganismo, idolatría, herejía, y error” (pp. 88-89), Assmann sugiere que:
Algunos elementos de este pathos de distinción y exclusión me parecen a mí todavía presentes en el concepto de la Era Axial de Jaspers, en los cuales a mí me parece como una versión secularizada de la distinción religiosa entre paganismo y verdadera religión. Su idea de civilizaciones axiales pone al mundo pre-axial y extra-axial en una posición similar a la judía, cristiana e Islámica en su construcción del paganismo. (p. 89).
Assman remarca que tales individuos pueden existir en cualquier era. Por lo tanto lo que es esencial no es su existencia o enseñanza, sino la transformación de sus enseñanzas en textos canónicos en la fundación de tradiciones religiosas vivas. Assmann data la creación de tales grandes cánones – “el confuciano, el taoísta, el budista en el este, y el Avesta, la biblia hebrea, y el canon de ‘clásicos’ griegos en el oeste” – al período entre el 200 a.C y el 200 d.C (p. 93). Parece raro que no extiende el período de este marco al cuarto siglo d.C., cuando el canon del nuevo testamento fue establecido, dado que rompe con la cuenta de Jaspers incluso más, o incluso a la creación del canon musulmán después de eso.
Assman concluye que la era axial, con el alcance de que quizás existió, es un ‘evento mediático’, un producto del desarrollo de la escritura y la canonización. “La Era Axial no es más que la fase formativa de la continuidad textual que está prevaleciendo en nuestras civilizaciones occidentales y orientales” (p. 93)
Sin embargo, en los últimos 200 años, ha habido significantes pasos largos en la traducción e interpretación de la literatura del antiguo Egipto y la Mesopotamia y el redescubrimiento o re-establecimiento de continuidades entre el día presente y las tradiciones pre-axiales. Por lo tanto la era pre-axial está surgiendo de la obscuridad.
Una objeción que tengo para el argumento que Assmann hace es sobre la falta de mención de su concepto de la Distinción Mosaica, la idea que entró al mundo con Akenatón y se volvió la fundación de una tradición aún viva con Moisés, básicamente que una religión es universalmente verdad, y todas las otras religiones deben ser falsas. Esta distinción es operativa en el judaísmo, el cristianismo y el islam, pero no parece ser operativa en otras religiones canónicas que el menciona: Zoroastrismo, Budismo, Jainismo, Confucianismo, y Taoísmo parecen no tener problemas mezclándose con otras religiones que estaban antes que ellos, o entre ellas, mientras que las religiones Abrahámicas tienen una larga historia de guerras de exterminio entre ellas y contra las religiones paganas que ellos reemplazarían.
ENLACES.
-Del libro de Karen Armstrong: La gran Transformación.

ACTIVIDADES:

-CREA UNA ENTRADA SOBRE EL TEMA, COLOCA TEXTOS E IMÁGENES.



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