Lee con atención este fragmentó del libro de Watson, Peter. “La gran divergencia.” CRITICA, 2012:
“En las selvas de Sudamérica y Centroamérica, algunos indígenas creen que ciertos árboles atraen a determinadas piezas de caza. Es algo que nunca se ha demostrado científicamente, pero lo que sí está claro es que el principal animal de esas zonas, desde la prehistoria hasta hace bien poco, fue un mamífero carnívoro: el jaguar. En Norteamérica, por el contrario, el animal principal era un mamífero herbívoro: el bisonte. Aunque, como veremos, esos animales eran muy distintos, tenían en común que ambos eran salvajes, no domesticados. Esto suponía una importante diferencia entre el Viejo Mundo y el Nuevo.
Por su tamaño, el jaguar es el tercer felino de la Tierra y el más grande del Nuevo Mundo.También es el principal depredador de la selva tropical, ocupando el nivel superior en la cadena alimentaria: la selva pertenece al jaguar más que al hombre. Notablemente solitario, es un animal que suele acechar a su presa solo y de noche. «La víctima cae al suelo bajo las imponentes garras de sus patas, muy robustas en su parte inferior, y muere por la dentellada que los perfectos caninos [del jaguar] le dan en el cuello o la garganta.» “Por otra parte, el jaguar se encuentra igualmente cómodo nadando o trepando a los árboles. Esto significa que, en cierto modo, en la jungla este felino y el hombre son muy parecidos: suelen cazar los mismos animales. De hecho, para muchas tribus amazónicas, los hombres y los jaguares son tan similares que se cree que los chamanes se transforman periódicamente en esos felinos o que originalmente eran jaguares..."
(...)
“Los chinchorros utilizaban jabalinas, arpones, pesos para los anzuelos, cuchillos de piedra y cestería. Análisis minerales de sus restos demuestran que subsistían gracias al pescado, los mamíferos marinos y los pájaros de la costa, y sus cráneos muestran indicios de exostosis auditiva externa, una patología relacionada con las zambullidas en aguas frías. Su forma de vida fue sedentaria desde muy pronto, y los asentamientos iban desde unas pocas cabañas en el enclave conocido como Acha 2 hasta las 180 de Caleto Abtao, en Antofagasta. Pero es la práctica de la momificación la que nos llama más la atención: los chinchorros la realizaban dos mil años antes que los egipcios. Muchos de los asentamientos costeros de América del Sur —desde Ecuador hasta Perú, y datados del año 8000 a.C.— muestran una adaptación marítima, pero en ningún otro lugar hallamos indicios de momificación artificial.”
(...)
El punto de partida de la momificación:
(En Atacama) “Estas condiciones de aridez tenían suma importancia en un contexto religioso, porque en tales circunstancias —como ocurriría en Egipto miles de años después—, la momificación se produce de manera natural. Qué conmoción debieron de sentir aquellos pueblos primitivos al descubrir que algunos antepasados al parecer no morían y sus cuerpos no se descomponían, tal como ocurría con la mayoría de la gente, sino que continuaban existiendo en un estado que parecía hallarse entre la vida y la muerte.”
“Después de asistir a la momificación natural, los chinchorros elaboraron procedimientos de momificación artificial sumamente refinados, que revelan grandes conocimientos de anatomía, disección y desecación ..."(...)
“Con el tiempo se crearon tres formas de momificación artificial. Las momias negras eran desmembradas y montadas de nuevo tras retirar los tejidos blandos, sin dejar huellas visibles y con palos de madera para reemplazar las extremidades más largas. Algunas de ellas se dejaban desnudas. En cierto sentido parecían a la vez estatuas y cadáveres, y algunas daban muestras de haber sido pintadas más de una vez, lo cual parece indicar que las tenían expuestas durante un tiempo considerable antes de enterrarlas en grupo. Las momias rojas llegaron más tarde y eran pintadas con arcilla. Las momias de barro, el tercer tipo, al parecer se cubrían con barro en vez de estar pintadas, y «se pegaban» al suelo de la fosa con barro, que adhería perfectamente el cuerpo al terreno haciendo que formase parte de él, por lo que cabe inferir que eran enterradas enseguida y que nunca se las sacaba de su tumba. Arriaza especula que esto supone un cambio «teológico» y que las momias a la sazón se consideran un elemento que «pertenece» a la tierra, tal vez porque la comunidad se veía amenazada desde fuera.
Pero podría decirse que el elemento más interesante de estas momias, amén de su existencia, es que la momificación artificial parece haberse practicado inicialmente con niños. Alrededor de un 26 por ciento de las momias desenterradas tenían menos de un año de edad, una proporción que se corresponde con la alta incidencia de fetos y recién nacidos hallados en los cementerios chinchorros. Esto resulta sorprendente ya que, por lo común, los niños reciben menos atención funeraria que los adultos en todas las culturas, especialmente aquellos que no llegaron a vivir, como los bebés nacidos muertos. Los chinchorros no consideraban demasiado importante dejar objetos en las tumbas —colocaban un poco de comida y algunos útiles de pesca junto a la mayoría de los restos mortales adultos—, pero otorgaban preferencia a las personas que no habían alcanzado nunca su potencial. Arriaza considera que, al tratarse de un pueblo marítimo, los chinchorros adoptaban el principio de los pescadores, que devolvían al agua a los peces pequeños para darles otra oportunidad de vivir y crecer. Con ese mismo propósito se momificaba a los niños.
Existen pruebas convincentes de que la mortandad infantil entre los chinchorros era anormalmente elevada, debido con toda probabilidad a los arsénicos. Por ejemplo, el río Camarones, donde empezaron las momificaciones, presenta unos niveles medios de arsénico de 1.000 µg/L, cien veces superior a los 10 µg/L que es la media considerada aceptable por la Organización Mundial de la Salud. También se sabe que unos niveles elevados de arsénico producen abortos espontáneos, mortinatos y nacimientos prematuros. Incluso hoy en día el número de nacimientos en Antofagasta (donde los niveles de arsénico son de 30-40 µg/L) es significativamente inferior al del sur y el centro de Chile (1µg/L). La proximidad con los arsénicos también causa queratosis (tumores escamosos en la piel) y carcinomas en el hígado y la vejiga. Según Arriaza, un estudio moderno realizado con mujeres de Bangladesh, donde el agua potable muestra unos niveles de arsénico de 100 µg/L, las anomalías congénitas eran tres veces superiores a las de otras mujeres. Ciñéndonos a esto, los nacimientos con anomalías congénitas en Chinchorro serían treinta veces superiores a otros lugares.
Por tanto, la momificación cobró una importancia especial, quizá porque ayudaba a mitigar el dolor colectivo. En palabras de Arriaza: «Las momias de los chinchorros se transformaron en entidades “vivientes” que utilizaban el mismo espacio y recursos que los vivos».Los muertos, en efecto, se convirtieron en una «extensión» de los vivos, y las momias quizá formaban parte de una ideología que negaba la muerte: a través de la momificación se alcanzaba un estado de inmortalidad en el que el cuerpo y el espíritu sobrevivían. Las momias proporcionaban un lugar de reposo para el alma y se las consideraba entidades vivientes..."
Actividades:
-Tras la lectura del texto busca en Internet a la cultura de los Chinchorros. Busca un mapa e imágenes de esa cultura y escribe un breve texto sobre ellos. Enlaces:
En la misma entrada elabora un texto, o bien puedes escribir en una hoja:
-Explica la conexión entre el Arsénico y la momificación.
-Compara la momificación de. Dos o tres culturas diferentes.
Enlaces:
No hay comentarios:
Publicar un comentario