miércoles, 18 de febrero de 2015

SUSTANTIVOS

El sustantivo es la palabra que nombra a personas, animales o cosas. Los sustantivos tienen género y número. El género se refiere a que pueden ser másculino o femenino. Pueden ir acompañados de artículos. Por ejemplo:
- El viento.
- La mirada.

Dentro de las oraciones, el sustantivo puede  funcionar como sujeto. Por ejemplo:

El viento  movió las ramas del árbol,  toda la noche. (sustantivo sujeto: viento)

Los sustantivos se pueden definir como palabras que se emplean para designar directamente elementos, ideas, animales o personas. Son palabras que se denominan así, porque expresan una sustancia o un objeto al que se hace referencia. 


Según el género, en castellano, los sustantivos se clasifican en: Sustantivos masculinos: El género masculino de un nombre frecuentemente lleva el morfema de género –o al final de la forma de singular (libro, niño, sombrero), aunque existen algunas excepciones ya que palabras que acaban en –o son femeninas como la foto(grafía), la mano, la moto(cicleta). También existen nombres masculinos acabados en consonante alveolar (árbol, ataúd, alias, armazón, ...). La mejor prueba para determinar el género de cualquier sustantivo es comprobar si la palabra requiere un artículo masculino (el, un, etc.). Por lo demás, los días de la semana, los meses del año, los puntos cardinales y los números son masculinos.


Sustantivos femeninos: El género femenino de un sustantivo se determina añadiendo el morfema de género –a (niña, vaca, mesa, ventana, ...). Anteponiendo un artículo femenino (la, una, etc.) a una palabra y viendo si es gramaticalmente aceptable la expresión se conoce el género. Las letras del alfabeto son femeninas. Existen unas pocas palabras acabadas en -a que son masculinas el día, el mapa, el clima, el cometa, el planeta. Y las palabras en -ista pueden ser masculinas o femeninas según el contexto.

Sustantivos neutros: Los conceptos abstractos son de género neutro. Ejemplos: lo bueno, lo malo, lo importante, lo contrario. En español generalmente esta categoría sólo está formada por adjetivos sustantivizados en singular.

Sustantivos ambiguos: Son los nombres referidos a cosas que se usan, sin cambiar de significado, tanto en femenino como en masculino: "el" mar (culto), "la" mar (coloquial); arte "moderno", artes "plásticas"; "el" vodka, "la" vodka; "el" calor, "la" calor. No deben confundirse con los sustantivos para personas que cambian según el género de estas, como el/la artista, que son llamados sustantivos comunes en cuanto al género.
Cuando el género gramatical del sustantivo sirve para diferenciar el sexo (género semántico) se manifiesta:

Con la terminación -o, -e o consonante para el masculino y -a, -esa, -ina, -isa, -itriz para el femenino
Heterónimo: Cuando se usan palabras diferentes. Ejemplo: caballo/yegua.
Cuando se cambia el género gramatical del determinante y se mantiene el del sustantivo. Ejemplo: el joven/la joven. Estos sustantivos son denominados comunes en cuanto al género gramatical.
Epiceno: A algunos sustantivos que se refieren a animales pero que mantienen la misma forma para el masculino y el femenino, se les añaden términos como "macho" o "hembra" para diferenciar el sexo (género semántico).
Cuando el género gramatical del sustantivo no sirve para diferenciar el sexo (género semántico) se manifiesta:

Con las terminaciones -o para el masculino y la -a para el femenino, determinan diferencia de tamaño, forma o diferenciación árbol-fruta. Ejemplo: huerto/huerta (tamaño), jarra/jarro (forma), naranja/naranjo (fruta-árbol).
Homónimo: Cambiando el género gramatical del determinativo que lo acompaña, varia el significado del sustantivo. Ejemplo: el capital/la capital.
Clasificación según el tipo de referente[editar]
Los sustantivos sirven para designar y como tales tienen algún tipo de referente:

Nombres propios: María, Felipe, Ana, Juan. Tiene referencia única y carecen de significado lingüístico.
Sustantivos comunes concretos: casa, flor, camión, estrella. En general, su referencia es un conjunto o clase de objetos, animales o personas directamente tangibles.
Sustantivos comunes abstractos: esperanza, fe, amor, solidaridad. Designan propiedades, abstracciones o ideas. En idioma español, estas palabras generalmente no tienen plural, y cuando pluralizan tienen un matiz de significado ligeramente distinto, más concreto.
Clasificación por número[editar]
Artículo principal: Número gramatical
Clasificación por número en castellano[editar]
Según el número, en castellano, los sustantivos se clasifican en:

Sustantivos singulares: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre es único. En singular, los sustantivos no tienen ningún morfema de número.
Sustantivos plurales: si el número de objetos a los que hace referencia el nombre son varios o más de uno.
Sustantivos colectivos: se trata de formas de singular, que morfosintácticamente son como cualquier otra forma de singular, pero que tienen como referencia un grupo concreto de entidades: la armada, la manada, una banda, ...
Otras formas de clasificación[editar]
Según la semántica, los sustantivos se clasifican en:

Sustantivos concretos: representan conceptos independientes. Son nombres de cosas que pueden percibirse con los sentidos del cuerpo o que imaginamos como realidad, por ejemplo esa mesa, ese niño.
Sustantivos abstractos: representan conceptos dependientes (inmateriales) y designan por tanto entidades que no se perciben con los sentidos del cuerpo, sino con la mente, como por ejemplo nación, amor, odio, bondad.
Los sustantivos abstractos los podemos clasificar en:

Abstractos de fenómeno: Están relacionados con sustantivos que designan acciones, estados o sus efectos, por ejemplo lectura, caminata.
Abstractos de cualidad: Están relacionados con adjetivos y designan cualidades o propiedades de los objetos o de los seres, por ejemplo belleza, maldad.
Abstractos de números o cuantitativos: Cuantifican tanto de forma precisa como de forma imprecisa, por ejemplo cantidad, montón.
Según la unicidad de la referencia, los sustantivos se clasifican en:

Sustantivos comunes: permiten nombrar a todas las personas, animales o cosas de la misma clase o especie, sin particularizar su significado como hombre, caballo, casa. Agrupan los objetos que denominan por sus características, sin expresar rasgos distintivos. Por eso, se consideran sustantivos genéricos.
Sustantivos propios: distinguen o particularizan a cada individuo de los demás de una misma clase, especie o género. Se aplican a un solo ser, persona, animal o cosa. Por eso, se consideran sustantivos individuales. Los nombres de las personas y de los países son nombres propios. En idioma español, los sustantivos propios se escriben con letra inicial mayúscula.
Según el tipo de referencia, los sustantivos se clasifican en:

Sustantivos individuales: son sustantivos que en su forma singular, nombran a un solo ser como pluma, árbol, rosa. Designan a un único ser, pero en idiomas con plural gramatical admiten el morfema del plural para designar a más de uno.
Sustantivos colectivos: son sustantivos que, poseyendo una estructura de singular, nombran a un conjunto de número indeterminado de seres o cosas, como aldea ,plumaje, bosque, muchedumbre, coro. Tienen inherente la idea de pluralidad sin necesitar un morfema que lo exprese, pero no en el sentido de uno más uno, sino en cuanto a conjunto colectivo formado por varias unidades de la misma cosa designada.
Según la composición del sustantivo, los nombres se clasifican en:

Sustantivos simples: son los sustantivos que están formados por una sola palabra, como por ejemplo: lata, obra.
Sustantivos compuestos: son sustantivos que están formados por dos palabras simples, como por ejemplo abrelata, pararrayos, cascanueces, aguardiente.
Sustantivos Parasintéticos: son aquellos que son compuestos y derivados a la vez; por ejemplo: anteojitos, corito.
Según la complejidad morfológica o el origen de los sustantivos, los nombres se clasifican en:

Sustantivos primitivos: las palabras primitivas son las que sirven de cabeza de serie a una familia, funcionando como raíz de las palabras derivadas de ellos. Los sustantivos primitivos sólo están formados por un lexema básico y optativamente por morfemas de género y número. Por ejemplo pan.
Sustantivos derivados: las palabras derivadas nacen de las primitivas, cuando se les agrega sufijos o prefijos, como por ejemplo panadería, panadero, inmortal , mortal.
Sustantivos aumentativos: son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas o fenómenos de gran tamaño o alto grado de intensidad, como por ejemplo niñote, perrazo, arbolote, ruidazo.
Sustantivos diminutivos: son los sustantivos que designan a personas, cosas, animales y fenómenos que se caracterizan por su pequeñez, poquedad o menor grado de intensidad, como por ejemplo gatito, manzanita, mesita, viejecita.
Sustantivos despectivos: son los sustantivos que designan a personas, animales, cosas y fenómenos que son tratados con desprecio o desdén, o vistos como inferiores, como por ejemplo jovenzuelos, mosquillo, plantucha, libraco.
Sustantivos gentilicios: son los sustantivos que se derivan del lugar de nacimiento (país, región o estado) de personas, animales o cosas, como por ejemplo, chileno, sueco, peruano, etc
Según la contabilidad de los nombres:

Sustantivos contables: señalan entes que se pueden contar, por ejemplo cinco niños, tres rocas, trece euros. Los sustantivos contables se combinan con cuantificadores plurales sin alterarse semánticamente.
Sustantivos no contables: señalan realidades que no se pueden contar salvo al referirse a clases o variedades distintas, por ejemplo leche, humor, aire, humo, basura. Los sustantivos incontables solamente pueden combinarse con cuantificadores en singular sin modificar su significado. Sólo admiten numerales cardinales o cuantificadores plurales cuando indican una clase o modalidad. Por ejemplo: "Tres vasos de leche", "Muchos vasos de leche", "Mucha leche", "Los humos emitidos por los ácidos suelen ser nocivos", "Mucho aire". Ellos se clasifican por mitades de acuerdo con el pronombre personal.
Según aspectos morfológicos de los nombres:

Sustantivos heterónimos que no admiten una flexión de género usual a pesar de que por el referente debería admitir flexión de género. Esto sucede frecuentemente en los nombres de numerosos animales domésticos: caballo - yegua, toro - vaca.
Sustantivos regulares que tienen una flexión regular de género alumno - alumna, presidente - presidenta.
Sustantivos invariantes según género como el estudiante - la estudiante.

Los sustantivos tienen número. Pueden estar singular o plural.

Los sustantivos en singular nombran a una sola persona, animal o cosa. Por ejemplo: vaca, lápiz, toro.

Los sustantivos en plural nombran a muchas personas, animes o cosas. Por ejemplo: vacas, lápices, toros.

Son muchas las clasificaciones de los sustantivos, al tener variadas funciones; veremos las más importantes de ellas:

Sustantivos Comunes: nombran a personas, animales o cosas de la misma especie.

Sustantivos Individuales: nombran a las personas, animales o cosas de manera individual.

Sustantivos Colectivos: nombran un conjunto de cosas iguales.

Sustantivos Propios: sirven para distinguir individualmente por medio de género, clase o especie y se escriben siempre con mayúscula.

Sustantivos Concretos: nombran a cosas que se pueden percibir con los sentidos.

Sustantivos Abstractos: nombran a cosas que no se pueden percibir con los sentidos.

Sustantivos Gentilicios: nombran a las personas según el lugar del que provienen o en el que nacieron.

Sustantivos Patronímicos: nombran al "hijo de", es decir que éste tipo de sustantivos son aquellos apellidos que provienen de un nombre. Sustantivo Compuesto: se forman por dos palabras.

Sustantivos Despectivos: nombran al sujeto expresando el rechazo, desprecio o baja categoría que tiene.

Sustantivos Derivados: nombran a cosas que se usan o tienen un servicio exclusivo derivado o específico para una cosa o que derivan de algo.

Los sustantivos verbales se pueden definir como el momento en el que algún verbo adquiere funciones o se comporta como un sustantivo. Por lo tanto, en este caso el verbo no hace referencia a la acción como tal, sino que se proyecta como el sujeto u objeto directo de la oración. Cuando esto ocurre, el verbo generalmente no está conjugado en ningún tiempo dado a que él no afecta a otro elemento. De esta manera, el verbo siempre tiene que estar en infinitivo.

Ejemplos: 

Conducir es aburrido.

Comer es bueno.

Escribir cansa.

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